Junte a un malvado con mil estúpidos y tendrá mil un malvados… Junte la mentira en el crisol de la apariencia y se enquistará en este mundo la vanagloria de la ignorancia… el egocentrismo atávico metastatizado, como un cáncer, en las mentes infantilizadas de los que, durante un proceso de paulatina decadencia intelectual, apenas logran diferenciar, aborregados en su burbuja oscurantista, entre realidad y ficción… Alabe, —por que parece ser lo que nos queda para ya tocar fondo—, el grotesco producto occidental, secuestrado vilmente por las pasiones, amigdalado en un marasmo de indiferencia senil, ahogado en el burdo légamo amorfo de la incoherencia; congratúlese mientras sublima la marcada superficialidad desde la que se impone el relato torticero y manipulador del oportunismo ideológico, la punta de lanza para un desacierto que orquesta desde las sombras la ruina y la miseria de la herencia Europea. Gobernados como marionetas de largos hilos por titiriteros que deciden la vida de todos sin pedir opinión a nadie, aceptamos el sometimiento del analfabetismo político y la endogamia moral de regímenes dictatoriales que matan de hambre a su propio pueblo; y el ciudadano medio, sumido en una vorágine de desinformación y oscurantismo servil propiciada por unas instituciones prostituidas a los fatuos intereses de los mezquinos, inicia una huida hacia delante con todos los medios de escapismo posibles habidos y por haber, manufacturados por los mismos títeres que sirven a las grandes riquezas de los psicopáticos líderes mundiales…
De esa masa estamos hechos, mitad indiferencia y mitad ruindad.
José Saramago
En la esfera de las redes sociales, telas de araña, cubiles de depredación en donde captar incautos fácilmente manipulables, todos los refuerzos, ahora convertidos en estímulos positivos de recompensa, perturban la psique humana hasta difuminar el entendimiento sobre el castigo y la responsabilidad; deforman visión del mundo sesgando ciertos aspectos de la propia realidad y se valen de la vulnerabilidad de nuestra conducta para desinhibir la importancia de las consecuencias a nuestras decisiones; el producto último de la oportunidad arruinada: El hombre postmoderno, un individuo infantil, caprichoso que arrastra rezongando una mente incapaz de observar más allá de sus delirios de grandeza, una mente arrogante que cree que su mundo es el correcto y en su vanagloria no acepta que pueda haber algo distinto más allá de lo que cree ver. Y qué es el hombre sin responsabilidad más que un esclavo de sus fracasos, de los cimientos sobre los que construir su declive. No es que no podamos aprender, es que simplemente no queremos; no es que no queramos ver es que vemos sin mirar… Es mucho más sencillo procrastinar en vez de emprender y servirse de un estado de bienestar que construyen otros con el sudor de su frente y la sangre de sus manos; es mucho más sencillo bajar la cabeza al teléfono móvil que reflexionar sobre las cuestiones importantes de una vida, sobre el lugar que ocupo, sobre qué puedo aportar para construir un mañana mejor, sobre tu propia identidad; es, al fin y al cabo, mucho más sencillo ser un esclavo de un sistema preparado para la inconsciencia, un siervo dócil que asume con aquiescencia repugnante el ritmo icónico de los chasquidos que imposta el látigo… Es más fácil disfrutar de la cárcel sin barrotes, cuando los barrotes, no se ven…
El miedo no disculpa la ignorancia…
Siempre ha sido lo mismo, siempre lo será: dinero y poder. Típico es del iletrado la confusión de la locuacidad con la sabiduría, del oportunismo con el emprendimiento, de la conveniencia con el esfuerzo, del interés con la atención… De la generación de riqueza con el robo… Porque para poder disfrutar de la riqueza primero hay que generarla, porque el que la disfruta sin producirla no tiene otro nombre más que el de ladrón… Ahora a ése se le llama político y mientras sublima su infinito narcisismo siendo aplaudido por la bahorrina de paniaguados analfabetos que constantemente le acompaña bailándole el agua, éste instrumentaliza la ley legitimando el expolio despiadado a las arcas públicas para satisfacer los caprichos de una casta elitista de adinerados miserables o comprar voluntades a traidores zainos y quintacolumnistas carcomidos por el odio. El ministro ha de morir más rico en honores que en caudales, porque lo contrario no sería un ministro sino un sinvergüenza… Sin embargo, la honradez parece ser hoy algo salido de un ingenuo idealista y en España hay mucho pícaro oportunista que aprovecha las estructuras del partido para trepar en una jerarquía de la que mamar durante toda la vida sin dar un palo al agua…
La facilidad insensible con la que algunas de estas personas deshumanizan al vecino simplemente por tener otro discurso, convertido a marchas forzadas en una cara anónima para tratarla con mayor desdén, transmutada en un mero homúnculo monstruoso al que señalar y atacar sin sentir culpabilidad, no es símbolo sino de la sentina decadente en la que se ha convertido la cultura española, de la nefanda letrina donde poner prefijos a las palabras parece darles un sentido catastrofista a una supuesta pérdida de libertades que mueve millones hacia el abismo de la insania; “es superchachiguay que estos megapijos de la superizquierda caviar desaparezcan más pronto que tarde de las megainstituciones que nos hiperprotegen e idiotizan cada vez más…” será mejor para todos y también será mejor para España… La ruina que se nos viene encima y los comunistas de salón hartándose a 5 jotas y whisky del caro mientras azuzan a sus perros para quemar las calles…, promocionando el ecologismo fundamentalista mientras se gastan millones en lujos, caprichos y combustible para estar calientes en sus opulentas mansiones, vendiendo la nación a trozos a los intereses extranjeros sumidos en un expansionismo sin parangón… pero peor es el inconsciente que les apoya pensando que luchan por algo más que por ellos mismos… pero peor es el tonto que les sirve creyendo que no va a ser una víctima más del engaño… Porque viven todos engañados, de un poder que lamentablemente ciega más que alumbra…
La violencia tácita del gobernante, victimario, se ha instaurado como ley inexorable con la aquiescencia de la propia víctima, abducida por un profundo trastorno de la conducta dependiente.
Todos mamando de un sistema que promociona la mediocridad y el robo, elevando su orgullo hasta el asalto indirecto al Estado de Bienestar; que parece ser que hay personas en esta República Bananera que no comprenden por qué no hay tal cosa como el «dinero público». El Estado, de donde emana un vasto poder coercitivo, principalmente sustenta y articula su actuación con la riqueza que generan los individuos a los que bajo contrato social debe servir. Ni existe el «dinero público» ni en ningún caso ése no es de nadie sino que se produce como usufructo del esfuerzo desarrollado por los que arriesgan capital emprendiendo… porque aquella riqueza mal denominada como «pública» es sustraída única y exclusivamente del contribuyente, sin opción ni alternativa, a través de la intensa fiscalización que aquél impone… una violenta y extendida práctica para hacer del robar, un acto legítimo e institucionalizado… Mientras garantizamos el hundimiento económico fomentando el empleo público en vez del emprendimiento, la casta política edifica las bases del clientelismo socialista para mantener el voto cautivo a través del tráfico de influencias y la extorsión; mientras sube la inflación, el déficit, el paro y la deuda pública como la espuma, el dinero se despilfarra para crear estómagos agradecidos con los que reforzar las posiciones de poder en unas urnas, mientras el país se desangra, los parásitos se alimentan desmantelando ese Estado del Bienestar que no pudimos ni supimos proteger… Para todos aquellos que exigen el cierre de un negocio —sometido a regulaciones abusivas de un gobierno sectario y la competencia desleal de intereses extranjeros— por la pobre rentabilidad del mismo, podrían clamar al cielo con igual intensidad la clausura de un Estado irresponsable que gasta más de lo que ingresa endeudando a todos sin pedir permiso a nadie… No hay que hacer un doctorado en economía —a no ser que lo consigas en una tómbola como el de nuestro querido presidente— para comprender que si gastas lo que no tienes acabas arruinado… Las madres españolas saben mucho más de eso que cualquier doctorado economista de chichinabo… Pero por desgracia el tonto sociópata es hoy quien tiene voz y voto sobre materia social y económica… El mismo que hoy impone el silencio manso de los desprotegidos, que callan, porque les han robado el grito sometiéndolos al ostracismo de la vergüenza… Vergüenza es lo que nos debería dar cuando apoyamos esta ruinosa mamandurria… Una que sirve para asegurar otra dictadura…
La estupidez, la mentira y la ignorancia; el triunvirato divino de la sociedad postmoderna.
Porque elevar los preceptos que proporciona el aparato corrupto de un Estado represor hasta una categoría divina y utilizarlos como argumento legítimo para justificar la barbarie tiránica y liberticida que persigue y coarta el pensamiento disidente es una metodología típica de la doctrina de pensamiento fascista, no de hoy ni de ayer sino de hace ya más de un siglo; esos que asumen desde un movimiento supremacista la superioridad moral de unos sobre otros en base a unos rasgos identitarios, a menudo raciales, llamándote «facha»…; el chiste se cuenta solo… y el caso es que haría gracia si no manifestase de forma paladina la profunda emaciación intelectual que carcome, como una droga dura, a la sociedad actual que ha olvidado su propia historia, probablemente porque nunca hubo interés en contarla cómo realmente se vivió sino como a aquel régimen le convino en su momento aviesamente mitificarla. Así se manufactura la desgracia de un esperpento en el cual personas nacidas en este mismo siglo se saben al dedillo los males del franquismo pero son, a menudo, incapaces de recordar la ruindad salvaje de la violencia etarra, la barbarie intransigente del secesionismo catalán y el insufrible pedestal de un socialismo perverso que ha arruinado la convivencia creando una fractura social nunca antes vista en España… Borramos nuestra historia para construir una a imagen y semejanza de la propuesta por el aparato propagandístico comunista, sacando, de la fábrica de mitos, la mentira adecuada que satisfaga los sueños húmedos de los enemigos de España; quitando calles de generales franquistas pero a la vez apoyando regímenes autoritarios genocidas protegidos por cárteles sanguinarios, promocionando el «consenso» y la concordia mientras pactamos con los herederos de los mismos villanos cobardes que asesinaron, a sangre fría y sin mirar a los ojos, a Calvo Sotelo y Miguel Ángel Blanco… No señores, si tenemos memoria para hunos, tenemos memoria para hotros… Detrás de la persecución inquisitorial del pensamiento ideológico contrario, detrás de la cultura de la corrección política y la deshumanización del disidente, detrás del buenismo feng shui que muestra la izquierda más radial hoy en España, no duerme sino el viejo conocido modelo del totalitarismo socialista, ese que se eleva desde su doctrina de pensamiento hasta la necesidad planificadora de convertir un modelo social de hombres libres en un Estado de Siervos… Quieran o no asumir la lectura de la situación, o este país despierta su dignidad y le damos la vuelta o lo quemamos con todas sus parásitos políticos dentro, a ver si para entonces renace de sus cenizas sin tanto mezquino envidioso; pero ésos tengan en cuenta también son españoles y tienen la oportunidad de hacerlo mejor, de reconocer sus fallos, de asegurar la prosperidad nacional libre de sectarismos, de pagar por sus delitos…; pues qué mejor que desear una España como debería haber sido siempre, una de espíritu fuerte; una grande, una libre…
A las balas del poder tiránico sabremos oponer, en unos casos, nuestra astucia; en otros, nuestro coraje, y siempre nuestra firmeza y nuestro tesón ideal. Hasta desalojar a los opresores, hasta alcanzar para España un régimen digno, tan grande como los alientos de vuestros pechos. ¡Viva España Única! ¡Viva España Grande! ¡Viva España Libre! ¡¡Abajo el marxismo!!
Onésimo Redondo
Be First to Comment